Devocional semanal: 19 de
marzo de 2018.
ROSTRO.
Hola, buen dÃa.
23Al pasar y fijarme en sus
lugares sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: A un dios
desconocido. Pues bien, eso que ustedes adoran como algo desconocido es lo que
yo les anuncio.24 »El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él es Señor
del cielo y de la tierra. No vive en templos construidos por hombres, 25 ni se
deja servir por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el contrario, él
es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas. 26 De un solo hombre
hizo todas las naciones[a] para que habitaran toda la tierra; y determinó los
perÃodos de su historia y las fronteras de sus territorios. 27 Esto lo hizo
Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros, 28 “puesto que en
él vivimos, nos movemos y existimos”. Como algunos de sus propios
poetas griegos han dicho: “De él somos descendientes”
Hechos 17: 23 – 28 NVI.
Pablo se encontraba en Grecia
predicando el evangelio, cuando unos de los pensadores griegos le preguntan ¿cuál
filosofÃa predicas tú? ¿Quién es ese dios del que tú hablas? Curiosamente cerca
de eses lugar se encontraban altares de los diferentes dioses griegos, pero habÃa
un que no tenÃa rostro, no tenÃa ningún sÃmbolo, al ver esto Pablo les dijo: de
este les hablo, que fue el anterior fragmento
de la biblia que acabo de leer.
Hay muchos altares que tenemos
en nuestra vida, pero está ahà en nosotros ese que no tiene rostro, aquel en el
cual nos movemos, que siempre está dispuesto para buscarte, él no se aparta, él
siempre te habla, no es necesario algo fÃsico para mostrarse, porque la vida
misma es la demostración de su existencia.
Personalmente creo que ninguno
está alejado de Dios, en nuestro corazones hay algo que nos atrae a él, no le
tenemos un nombre pero luego cuando damos con el clic, empezamos a entender quién
es él y comienza a tener un cuerpo en nuestras vidas que es Cristo, un lenguaje
que es amor, un acompañamiento que es el espÃritu.
Oración.
Dios de amor, no conozco tu
rostro, ni se cómo es tu forma, te imagino de muchas formas, a veces con barba,
sin ella. Te imagino sentado, algunas veces acostado. Te imagino de varias
formas pero lo que no puedo imaginar es lo tangible que eres en mi vida. Como cada
decisión me lleva a conocerte un poco más, a saber que eres real. No necesito
una escultura para reconocerte, te acepto en todo lo que crece, en todo lo que
existe. Padre te amo.
Bendiciones.