Devocional semanal

Cumple tus promesas.

1:49 p.m.

Devocional semanal: 4 de Junio de 2016.

Cumple tus promesas.

Hola, buen día.

Todos en algún momento sentimos que estamos cargados, la universidad, el trabajo, la familia. Te cansas con facilidad, ya no es fácil estar en la rutina es como si estuvieras en un embotamiento mental.

Cuando se acabó la creatividad es porque se acabó la comunicación con el padre y contigo mismo. Nuestro padre todo el tiempo quiere lo mejor para nosotros, apoyarnos, hablar (Por medio de la palabra, el ayudo, la vigilia y las predicas (misa, servicio, reunión)) También podemos perder la relación con nosotros cuando no sacamos tiempo para reflexionar de lo que hacemos. Es muy importante saber conocernos y meditar nuestra vida porque así tendremos ideas claras y puedes entregar cosas claras.

Imagina si nosotros mismos no nos entendemos y no buscamos la comprensión del padre, eso nos hacemos susceptible al error debido a que nos llenamos en banalidad mas no en eternidades. De igual manera entregamos el vacío a los demás y no somos puente para unir al prójimo.
Un consejo para la vida que aprendí en Cristo Jesús es tener tiempo para Dios y tiempo para mí a fin de reflexionar lo que pienso y lo que hago en su amor. Damos lo que somos y si no sabes que eres ¿Qué darás?

Antes de comenzar ten un momento a solas con Dios, pídele claridad de tus emociones y sentimientos a fin de que tú y el padre sean uno solo.

Precauciones al acercarse a Dios

5 Cuando entres en la casa de Dios, abre los oídos y cierra la boca. El que presenta ofrendas a Dios sin pensar hace mal. 2 No hagas promesas a la ligera y no te apresures a presentar tus asuntos delante de Dios. Después de todo, Dios está en el cielo, y tú estás aquí en la tierra. Por lo tanto, que sean pocas tus palabras.
3 Demasiada actividad trae pesadillas; demasiadas palabras te hacen necio.
4 Cuando le hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple todas las promesas que le hagas. 5 Es mejor no decir nada que hacer promesas y no cumplirlas. 6 No dejes que tu boca te haga pecar, y no te defiendas ante el mensajero del templo al decir que la promesa que hiciste fue un error. Esa actitud enojaría a Dios y quizá destruya todo lo que has logrado.
7 Hablar no cuesta nada, es como soñar despierto y tantas otras actividades inútiles. Tú, en cambio, teme a Dios.
Eclesiastés 5: 1 – 7 NVI.

Cuando nos está yendo bien es fácil hacer promesas con facilidad, de pronto eso que prometemos no es pesado para nosotros y de momento es fácil conseguirlo. Pero en los días difíciles no es fácil conseguirlo entonces es ahí cuando sentimos la carga y el peso de lo que prometemos.

Cuando le prometes algo a Dios piensa bien que es lo que prometes y hazte preguntas como: ¿Puedo yo con esto? ¿Puedo mantener mi promesa? ¿Por qué quiero prometer esto?

Dios es alguien muy serio, responsable y honorable lo que el promete a nuestras vida se cumple, pero el siente tristeza cuando lo que le prometemos no somos capaz de cumplirle. Una promesa es un compromiso en amor de hacer algo sin recibir nada a cambio. Dios prometió a nosotros darnos libertad por medio de su hijo y lo hizo Jesús descendió murió por nosotros y todo aquel que le ame y obedezca tendrá su reconciliación con el Padre.

No estemos prometiendo cosas a la ligera, No solo a Dios sino también a nuestro prójimo. Si eres consiente que no podrás soportar un compromiso no lo hagas es mejor reconocer que no se puede que no cumplir con tu palabra.

La euforia nos hace decir cosas más la prudencia nos hace cumplirlas. 

Bendiciones.  

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