2017

ASOMBRO.

8:49 a.m.

Devocional semanal: 1 de octubre de 2017.

ASOMBRO.



Hola, buen día.

Tanto tiempo sin escribir, quiero contarles lo que aprendí durante este tiempo en que no estuve en vive para cristo.

Hace unos meses tuve una recaída por una enfermedad que tengo y eso distancio mi relación con Dios, al punto que no quería hablarle, leer su palabra y mucho menos redactar un devocional. Pero algo cambio, si bien era cierto que no quería tener una comunicación, mi corazón aún se cuestionaba todas las decisiones que tomaba. Las pasaba por el filtro ¿esto agrada a Dios? Aunque mi mente no estaba con él, mi corazón si, y era algo que no podía comprender.

Un día llame a una de mis hermanas y expuse mi situación, le conté que no entendía como mi mente no podía confiar en la gracia de Dios, pero mi corazón sí. Ella me respondió llora, llore y no solo sentí que ella lloro conmigo, sino que al lado de mi cama estaba Jesús llorando.

Sabes a Dios no le gusta vernos en aflicción o derrotados, el también llora nuestra debilidad y por eso mismo es que en medio de la debilidad nos fortalecemos, rendimos una parte de nuestras fuerzas a Dios y permitimos que nuestra lucha no sea en solitario sino que sea acompañado.

Sentir que Dios lloraba conmigo, me dio compañía. Realmente mi mente no estaba con el porque me sentía sola y que iba perdiendo. Luego de esto pase un tiempo para afianzar mi relación con él. Seguí leyendo aún más su palabra, preparar mi corazón, mi mente y literal fue como una venda que se me caía y puedo ver con una claridad que no tenía antes.

Lo que aprendí durante estos meses es que Dios nunca termina de sorprendernos, cuanto más grande es tu relación más cerca puedes escuchar tus pasos, sentir sus abrazos y también llorar contigo.

Antes de comenzar tengamos un momento a solas con Dios, pidámosle  ver asombro en todo lo que hay, existe, vives. Asombro por todo, amen.

“Guardé en mi corazón lo observado, y de lo visto saqué una lección”

Proverbios 24: 32 NVI.

Todos los días son para aprender, para reafirmar lo que se sabe, la palabra de hoy no es más que ser reflexivos en lo que hacemos, pensamos y sentimos. Vivamos esta vida con alegría, con amor, pasión y entrega. Como lo es Cristo.
No te quejes tanto, piensa como puedes arreglar eso que te molesta y si no lo puedes cambiar entonces trata de sacarle el lado más amable y ríase. Se pierde mucho tiempo de esa manera cuando podemos vivir asombrados.
Si no sabes cómo hacer algo, pídele a Dios por sabiduría y gracia y el podrá enseñarte, no te afanes.

No corras, igual todo tiene un tiempo. De todas las experiencias vividas, detalla cada una de las partes y luego aprende, asómbrate y sigue.


Bendiciones. 

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