Devocional semanal: 24 de Mayo de 2016
No estás perdido, te
encontraron.
Hola, buen día.
Con este devocional cerramos
la temática consiguiendo el éxito, hablamos de hacer cambios, de tener fe y pasión
pero hoy veremos la invitación de amor y perdón de Dios a nuestra vida.
Hacemos parte de una generación
que vive constantemente comunicada, globalizada y que cada vez tiende a tener
un comportamiento similar, es decir la divergencia del pensamiento no varía
mucho. Si entramos a nuestras redes sociales notaremos un desagrado
generalizado por los días lunes, martes, miércoles y jueves, No así con los días
viernes, sábado y domingos que se nos muestra fabulosos porque no trabajamos o
no asistimos a la universidad o colegio. ¿Por
qué tanta pereza por lo que hacemos? Simplemente porque hacemos lo que no nos
gusta, cuando amas tus estudios, trabajo, no te molestara levantarte
temprano para asistir, ¿Por qué hacemos
lo que no nos gusta? Por rutina, porque es lo que le sigue, no tenemos más nada
que hacer.
Si queremos llevar una vida
feliz, debemos hacer lo que nos gusta sin dañar a los demás, debemos motivarnos,
si el canon común que nos da nuestra sociedades no nos satisface inventemos uno
nuevo. Se encuentra el verdadero
sentido en la vida cuando se deja llevar por el rumbo que nuestro corazón elige
y el que Dios nos guie.
Desde vive para cristo
queremos decirte que tenemos 7 días de la semana para que seas feliz, No
aproveches solo 3 cuando tienes la oportunidad de seguirlo siendo en los otros
4.
Antes
de comenzar ten un momento a solas con Dios y pídele que te de amor, perdón y
que te llene tanto que puedas darlo a los demás.
Parábola del hijo
perdido
11 Para ilustrar mejor esa
enseñanza, Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos.
12 El hijo menor le dijo al padre: “Quiero la parte de mi herencia ahora, antes
de que mueras”. Entonces el padre accedió a dividir sus bienes entre sus dos
hijos.
13 »Pocos días después, el
hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde
derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada. 14 Al mismo tiempo que se le
acabó el dinero, hubo una gran hambruna en todo el país, y él comenzó a morirse
de hambre. 15 Convenció a un agricultor local de que lo contratara, y el hombre
lo envió al campo para que diera de comer a sus cerdos. 16 El joven llegó a
tener tanta hambre que hasta las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos
le parecían buenas para comer, pero nadie le dio nada.
17 »Cuando finalmente entró
en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de
sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! 18 Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me llamen tu
hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”.
20 »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba
lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su
hijo, lo abrazó y lo besó. 21 Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el
cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo[b]”.
22 »Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan
la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo
y sandalias para sus pies. 23 Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que
celebrar con un banquete, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha
vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó
la fiesta.
25 »Mientras tanto, el hijo
mayor estaba trabajando en el campo. Cuando regresó, oyó el sonido de música y
baile en la casa, 26 y preguntó a uno de los sirvientes qué pasaba. 27 “Tu
hermano ha vuelto —le dijo—, y tu padre mató el ternero engordado. Celebramos
porque llegó a salvo”.
28 »El hermano mayor se
enojó y no quiso entrar. Su padre salió y le suplicó que entrara, 29 pero él
respondió: “Todos estos años, he trabajado para ti como un burro y nunca me
negué a hacer nada de lo que me pediste. Y en todo ese tiempo, no me diste ni
un cabrito para festejar con mis amigos. 30 Sin embargo, cuando este hijo tuyo
regresa después de haber derrochado tu dinero en prostitutas, ¡matas el ternero
engordado para celebrar!”.
31 »Su padre le
dijo: “Mira, querido hijo, tú siempre has estado a mi lado y todo lo que tengo
es tuyo. 32 Teníamos que celebrar este día feliz. ¡Pues tu hermano estaba
muerto y ha vuelto a la vida! ¡Estaba perdido y ahora ha sido encontrado!”».
Dios es bueno y para siempre
es su misericordia, la parábola no debería llamarse el hijo prodigo sino los
hijos pródigos. Generalmente cuando leemos esta parábola solemos ver el ejemplo
del hijo menor que pide a su padre parte de la herencia y este la mal gasta y
luego regresa arrepentido por su gran error no solo de palabra sino de corazón y
su padre que es movido por misericordia le perdona y lo vuelve a tratar como su
hijo amado de quien nunca se olvidó. Esto es lo que hace Dios cada vez que
nosotros reconocemos que hemos pecado y que lo necesitamos en nuestra vida, el
hace una gran fiesta en los cielos y se muestra en nuestra vida por las
bendiciones nuevas que llegan y porque nos sentimos amados y escuchados por el
padre.
Pero aquí también hay otro
hijo prodigo y es el hermano mayor. Si bien es cierto este nunca pidió su
herencia y se quedó al lado de su padre. (Quiero contextualizarlos en el pueblo
judío la mayor parte de la herencia siempre le tocaba al primogénito, entonces
ya sabemos que la mayor parte de la herencia le toco a él). Cuando él llega de
trabajar nota que hay una gran fiesta motivo por el cual se acerca a un
empleado y le pregunta lo que pasa y este le responde tu hermano ha vuelto a
casa y tu padre le ha preparado una gran fiesta. Él se enoja tanto que decide
no entrar a la fiesta tanto que su padre le ruega que entre y comparta porque
su hermano perdido fue encontrado. Mas es el responde yo siempre he estado
contigo y nunca me ha dado nada y su
padre le responde tu siempre has estado conmigo por lo tanto todo lo mío
siempre ha sido tuyo.
El hermano mayor nunca
estuvo con su padre a pesar de que este no se fue. Cuando se está con el padre
se está lleno de perdón y amor y este hombre no lo tiene por el contrario se
llena de resentimiento, amargura y soberbia al ver que el festín no era para él.
Tu yo podemos decir
que creemos en Dios pero nuestro corazón y mente no está con él y eso también es ser un hijo prodigo porque podemos
decir pertenecer pero no estamos.
Dios es justo y
misericordioso y siempre querrá darnos de su amor y perdón el entiende que hay pródigos
como el hijo menor que son rebeldes y lo demuestran sin importar y también están
aquellos que dicen ser y no son. Sin embargo a todos está dispuesto a dar de su
amor y bendecirle.
En la biblia escrito esta
pide y se te dará, si el hermano mayor verdaderamente estuviera con el padre, él
hubiera pedido un cabrito o el becerro engordado el padre no se lo hubiera
negado porque era para su hijo amado.
Pero la codicia, el ego, no nos deja ver y creemos que todo se nos debe ser
dado.
No sé si eres el hijo mayor
o menor, lo que si es cierto es que Dios te está esperando para hacer una gran
fiesta, bendecirte y darte lo mejor. Si estas con el padre se cómo el mejor
hermano mayor que puede existir y es Cristo.
Jesús se dio cuenta del dolor
del padre por haber perdido la comunicación con nosotros, porque le dimos la espalda.
Mas el como un verdadero hermano mayor se hizo hombre, murió por nosotros y nos
dejó enseñanzas modo de reconciliar nuestra relación.
Dios está esperando por
nosotros, solo di te amo señor reconozco lo que hecho y Dios responderá ven que
te estoy esperando.
Bendiciones.
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