Devocional semanal

No estás perdido, te encontraron.

1:38 p.m.



Devocional semanal: 24 de Mayo de 2016

No estás perdido, te encontraron.




Hola, buen día. 

Con este devocional cerramos la temática consiguiendo el éxito, hablamos de hacer cambios, de tener fe y pasión pero hoy veremos la invitación de amor y perdón de Dios a nuestra vida.

Hacemos parte de una generación que vive constantemente comunicada, globalizada y que cada vez tiende a tener un comportamiento similar, es decir la divergencia del pensamiento no varía mucho. Si entramos a nuestras redes sociales notaremos un desagrado generalizado por los días lunes, martes, miércoles y jueves, No así con los días viernes, sábado y domingos que se nos muestra fabulosos porque no trabajamos o no asistimos a la universidad o colegio. ¿Por qué tanta pereza por lo que hacemos? Simplemente porque hacemos lo que no nos gusta, cuando amas tus estudios, trabajo, no te molestara levantarte temprano para asistir, ¿Por qué hacemos lo que no nos gusta? Por rutina, porque es lo que le sigue, no tenemos más nada que hacer.

Si queremos llevar una vida feliz, debemos hacer lo que nos gusta sin dañar a los demás, debemos motivarnos, si el canon común que nos da nuestra sociedades no nos satisface inventemos uno nuevo. Se encuentra el verdadero sentido en la vida cuando se deja llevar por el rumbo que nuestro corazón elige y el que Dios nos guie.

Desde vive para cristo queremos decirte que tenemos 7 días de la semana para que seas feliz, No aproveches solo 3 cuando tienes la oportunidad de seguirlo siendo en los otros 4.  

Antes de comenzar ten un momento a solas con Dios y pídele que te de amor, perdón y que te llene tanto que puedas darlo a los demás.

Parábola del hijo perdido

11 Para ilustrar mejor esa enseñanza, Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos. 12 El hijo menor le dijo al padre: “Quiero la parte de mi herencia ahora, antes de que mueras”. Entonces el padre accedió a dividir sus bienes entre sus dos hijos.

13 »Pocos días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada. 14 Al mismo tiempo que se le acabó el dinero, hubo una gran hambruna en todo el país, y él comenzó a morirse de hambre. 15 Convenció a un agricultor local de que lo contratara, y el hombre lo envió al campo para que diera de comer a sus cerdos. 16 El joven llegó a tener tanta hambre que hasta las algarrobas con las que alimentaba a los cerdos le parecían buenas para comer, pero nadie le dio nada.

17 »Cuando finalmente entró en razón, se dijo a sí mismo: “En casa, hasta los jornaleros tienen comida de sobra, ¡y aquí estoy yo, muriéndome de hambre! 18 Volveré a la casa de mi padre y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de que me llamen tu hijo. Te ruego que me contrates como jornalero’”.

20 »Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó. 21 Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de que me llamen tu hijo[b]”.
22 »Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies. 23 Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.

25 »Mientras tanto, el hijo mayor estaba trabajando en el campo. Cuando regresó, oyó el sonido de música y baile en la casa, 26 y preguntó a uno de los sirvientes qué pasaba. 27 “Tu hermano ha vuelto —le dijo—, y tu padre mató el ternero engordado. Celebramos porque llegó a salvo”.

28 »El hermano mayor se enojó y no quiso entrar. Su padre salió y le suplicó que entrara, 29 pero él respondió: “Todos estos años, he trabajado para ti como un burro y nunca me negué a hacer nada de lo que me pediste. Y en todo ese tiempo, no me diste ni un cabrito para festejar con mis amigos. 30 Sin embargo, cuando este hijo tuyo regresa después de haber derrochado tu dinero en prostitutas, ¡matas el ternero engordado para celebrar!”.

31 »Su padre le dijo: “Mira, querido hijo, tú siempre has estado a mi lado y todo lo que tengo es tuyo. 32 Teníamos que celebrar este día feliz. ¡Pues tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida! ¡Estaba perdido y ahora ha sido encontrado!”».

Dios es bueno y para siempre es su misericordia, la parábola no debería llamarse el hijo prodigo sino los hijos pródigos. Generalmente cuando leemos esta parábola solemos ver el ejemplo del hijo menor que pide a su padre parte de la herencia y este la mal gasta y luego regresa arrepentido por su gran error no solo de palabra sino de corazón y su padre que es movido por misericordia le perdona y lo vuelve a tratar como su hijo amado de quien nunca se olvidó. Esto es lo que hace Dios cada vez que nosotros reconocemos que hemos pecado y que lo necesitamos en nuestra vida, el hace una gran fiesta en los cielos y se muestra en nuestra vida por las bendiciones nuevas que llegan y porque nos sentimos amados y escuchados por el padre. 

Pero aquí también hay otro hijo prodigo y es el hermano mayor. Si bien es cierto este nunca pidió su herencia y se quedó al lado de su padre. (Quiero contextualizarlos en el pueblo judío la mayor parte de la herencia siempre le tocaba al primogénito, entonces ya sabemos que la mayor parte de la herencia le toco a él). Cuando él llega de trabajar nota que hay una gran fiesta motivo por el cual se acerca a un empleado y le pregunta lo que pasa y este le responde tu hermano ha vuelto a casa y tu padre le ha preparado una gran fiesta. Él se enoja tanto que decide no entrar a la fiesta tanto que su padre le ruega que entre y comparta porque su hermano perdido fue encontrado. Mas es el responde yo siempre he estado contigo y nunca me ha dado nada y su padre le responde tu siempre has estado conmigo por lo tanto todo lo mío siempre ha sido tuyo.

El hermano mayor nunca estuvo con su padre a pesar de que este no se fue. Cuando se está con el padre se está lleno de perdón y amor y este hombre no lo tiene por el contrario se llena de resentimiento, amargura y soberbia al ver que el festín no era para él.

Tu yo podemos decir que creemos en Dios pero nuestro corazón y mente no está con él y eso  también es ser un hijo prodigo porque podemos decir pertenecer pero no estamos.

Dios es justo y misericordioso y siempre querrá darnos de su amor y perdón el entiende que hay pródigos como el hijo menor que son rebeldes y lo demuestran sin importar y también están aquellos que dicen ser y no son. Sin embargo a todos está dispuesto a dar de su amor y bendecirle.

En la biblia escrito esta pide y se te dará, si el hermano mayor verdaderamente estuviera con el padre, él hubiera pedido un cabrito o el becerro engordado el padre no se lo hubiera negado porque era para su hijo amado. Pero la codicia, el ego, no nos deja ver y creemos que todo se nos debe ser dado.

No sé si eres el hijo mayor o menor, lo que si es cierto es que Dios te está esperando para hacer una gran fiesta, bendecirte y darte lo mejor. Si estas con el padre se cómo el mejor hermano mayor que puede existir y es Cristo.
Jesús se dio cuenta del dolor del padre por haber perdido la comunicación con nosotros, porque le dimos la espalda. Mas el como un verdadero hermano mayor se hizo hombre, murió por nosotros y nos dejó enseñanzas modo de reconciliar nuestra relación.

Dios está esperando por nosotros, solo di te amo señor reconozco lo que hecho y Dios responderá ven que te estoy esperando.

Bendiciones.


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