Devocional semanal: 4 de diciembre
de 2016.
LA ESPERA ES LO QUE FORTALECE.
Hola, buen día.
El viernes por la tarde salí con
mis amigas a tomar un café, para relajarnos un rato, debido a que estábamos en
parciales y había sido una semana bastante estresante. La tarde fue genial,
luego se hicieron las 6:00 p.m. y debíamos tomar un taxi para regresar a casa y
seguir estudiando para el parcial. Estábamos en el centro de la ciudad y creímos
que tomar un taxi iba a ser muy fácil, así que decidimos ir a la avenida y todos
los taxis estaban ocupados o no estaban prestando el servicio, luego bajamos
otra cuadra y otra y otra y ningún taxi estaba disponible. En total pasamos 45
minutos hasta que un taxi se detuvo y podía llevarnos. Lorena, Alejandra y yo estábamos
realmente exhaustas.
¿Qué aprendí de esta situación? varias
cosas: la primera debemos tener paciencia, segundo los planes no son como
quieres y debes estar preparado para cualquier circunstancia, tercero el punto
que te traces de meta no necesariamente es tu meta a lo mejor este unas cuadras
más lejos y 45 minutos más distante.
Para resumirles lo que aprendí
el viernes por la noche es que las metas que tengas necesitan paciencia y
tiempo y que tal vez el sito al que quieras llegar es más lejos de lo que
imaginabas. Así que no tengamos miedo de nuestras metas, sigámonos esforzándonos,
sigamos luchando. A lo mejor llevara más tiempo del
que tengamos provisto y quizás pueden llevarte más lejos de lo que imaginabas.
Antes
de comenzar te un momento a solas con Dios y pídele que sea el espíritu santo llenándote
de gracia para entender la palabra que Dios tiene para nuestra vida.
SALMO 42
Al
director musical. Masquil de los hijos de Coré.
1 Cual ciervo jadeante en
busca del agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser.
2 Tengo sed de Dios, del Dios de la vida. ¿Cuándo podré presentarme
ante Dios?
3 Mis lágrimas son mi pan de
día y de noche, mientras me echan en cara a todas horas:
« ¿Dónde está tu Dios?»
4 Recuerdo esto y me deshago
en llanto: yo solía ir con la multitud, y la conducía a la casa de Dios. Entre
voces de alegría y acciones de gracias hacíamos gran celebración.
5 ¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios
pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!
6 Me siento sumamente
angustiado; por eso, mi Dios, pienso en ti desde la tierra del Jordán, desde
las alturas del Hermón, desde el monte Mizar.
7 Un abismo llama a otro
abismo en el rugir de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas se han
precipitado sobre mí.
8 Ésta es la oración al Dios de mi vida: que de día el Señor mande su
amor, y de noche su canto me acompañe.
9 Y le digo a Dios, a mi Roca:
« ¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué debo andar
de luto y oprimido por el enemigo?»
10 Mortal agonía me penetra
hasta los huesos ante la burla de mis adversarios, mientras me echan en cara a
todas horas:
« ¿Dónde está tu Dios?»
11 ¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios
pondré mi esperanza, y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!
Todos los salmos que están en
la biblia, no fueron escritos por David. Algunos fueron escritos por otros profetas
o personas que estaban al servicio de Dios. Como es el caso de Masquil.
Esta es quizás de las
oraciones más sinceras y que demuestra verdaderamente una persona que tiene el carácter
de Cristo Jesús y sus fuerzas realmente están puestas en Dios y cree y confía permanentemente que Dios será su socorro y ayuda.
Como vemos Masquil está
pasando por una situación angustiosa, el pueblo de Israel no está en los
caminos de Dios y por lo tanto no puede guiarlos como antes y por lo tanto no podía
cumplir su propósito; que era servir en la casa de Dios.
Pero ante esta situación él toma
una decisión valiente, él no dice esto ya valió, o ya no voy a poder seguir haciéndolo
o ya esto de nuevo nunca. Para nada, él tiene la plena confianza de que Dios hará
algo y por eso él tiene tranquilidad y calma.
Ahora cuando tú y yo tengamos
problemas no podemos ser flojos, debemos seguir trabajando así no veamos los
resultados, porque si Dios prometió que los veríamos, los vamos a ver. Por lo
tanto por muy oscura que este la situación no dejes de clamar y trabajar.
SIGUE.
REPITE CONSTANTEMENTE:
5
¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi
esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!
Entonces
no temas, ni desmayes. Confía y continúa con tu trabajo. Solo el necio se queda
de manos cruzadas pero el sabio continuo diligente con su trabajo.
Bendiciones.
0 comentarios