2017

YO EN TI Y TÚ EN MÍ.

3:06 p.m.

Devocional semanal: 12 de abril de 2017.

YO EN TI Y TÚ EN MÍ.



Hola, buen día.

Varios días sin escribir en el blog, espero en Cristo Jesús que estos días hayan sido de bendición en sus vidas y que Dios les estuviera hablando constantemente en sus vidas.

Los afanes a los que estamos constantemente expuestos, hacen que coloquemos o demos un orden en las cosas de nuestras vidas. Es decir, haremos lo que consideramos importante en el momento. Por lo tanto no existen excusas para no haber realizado aquello o lo otro, simplemente no le vimos la importancia y decidimos hacer otras cosas.

Es cierto, tal vez usted este diciendo en estos momentos: "no puedo hacer mil cosas", pero estoy segura que las hará el día que usted las  considere relevantes. Ahora pueda que nuevas cosas aparezcan, pero si es importante lo realizara, por ejemplo si hacemos 1000 cosas en el día y justo hoy nos parece una más y es importante haremos 1001. Entonces no existen escusas.

A ejemplo personal, quiero compartirles que no había subido el devocional porque “NO tenía tiempo”, porque me había ocupado en la universidad, en rotaciones, en cosas de mi casa y poste. Pasó la primera semana y luego dije en cualquier espacio de la otra lo hago. Saben simplemente no le di la importancia que debía y aunque realizaba mis devocionales diarios y había algún espacio para reírme de algo en YouTube no saque tiempo para el devocional en el blog.

Dios siempre tiene tiempo para nosotros, pero nosotros no tenemos tiempo para Él. Dios se preocupa hasta de los lirios de los valles –este planeta es muy grande- pero nosotros nos distraemos en los afanes de la vida, cuando la única cosa que realmente interesa es tener la mejor de las relaciones con Dios.  

Tienes una buena relación cuando inviertes tiempo. El tiempo hay que saberlo administrar muy bien, para conocer lo más posible a Dios o las personas que están a tu alrededor. Por ejemplo este devocional es realizado con la mayor humildad y amor en Cristo Jesús, es un tiempo que usted dedica para reflexionar sobre la palabra de Dios y lo que él quiere decir en su vida.


Antes de comenzar tenga un momento con Dios y pídale que motive en usted un tiempo para pasar a solas con Él.

Tal
169 Que llegue mi clamor a tu presencia;
    dame entendimiento, Señor, conforme a tu palabra.
170 Que llegue a tu presencia mi súplica;
    líbrame, conforme a tu promesa.
171 Que rebosen mis labios de alabanza,
    porque tú me enseñas tus decretos.

172 Que entone mi lengua un cántico a tu palabra,
    pues todos tus mandamientos son justos.

173 Que acuda tu mano en mi ayuda,
    porque he escogido tus preceptos.
174 Yo, Señor, ansío tu salvación.
    Tu ley es mi regocijo.
175 Déjame vivir para alabarte;
    que vengan tus juicios a ayudarme.
176 Cual oveja perdida me he extraviado;
    ven en busca de tu siervo,
    porque no he olvidado tus mandamientos.
Salmos 119: 169 – 176.

El salmos 119 es el más largo de la biblia y es también el capítulo con más versículos. Este fragmento que es la parte final del capitulo me encanta; es realmente la súplica de alguien que ha conocido a Dios en su vida y le pide que nunca se aparte de él.

Estos salmos nos reflejan a usted y a mí, somos nosotros los que nos apartamos, pero nunca Dios de nosotros.

Analicemos versículo a versículo.

169 Que llegue mi clamor a tu presencia; dame entendimiento, Señor, conforme a tu palabra.

El entendimiento llega por la palabra de Dios, así que este versículo nos recuerda que la oración, la lectura de la biblia nos acerca al entendimiento de Dios.

170 Que llegue a tu presencia mi súplica;
    líbrame, conforme a tu promesa.

Saben podemos correr a todas las direcciones que queramos, pero cuando corremos a Dios, siempre nos dará la respuesta a aquello que nos aflige. Porque el conoce nuestro corazón y sabe que es lo mejor para nosotros. En Dios siempre hay restauración.

171 Que rebosen mis labios de alabanza,
    porque tú me enseñas tus decretos.
172 Que entone mi lengua un cántico a tu palabra,
    pues todos tus mandamientos son justos.

Cuando estamos llenos del amor de Dios, lo único que puede salir de nosotros son palabras de agradecimientos y queremos decirle las más bellas palabras que conocemos para acariciarle, amarle.

173 Que acuda tu mano en mi ayuda,
    porque he escogido tus preceptos.
174 Yo, Señor, ansío tu salvación.
    Tu ley es mi regocijo.
175 Déjame vivir para alabarte;
    que vengan tus juicios a ayudarme.


La dádiva de Dios es vida y vida en abundancia. Cuando aceptamos, vivimos, nos gozamos en el plan y la forma en que Dios diseño vivir esta vida, sabemos que al ser uno solo con él, él va a acudir a nosotros y nos dará la sabiduría para salir de cualquier problema. Esta sabiduría son sus palabra, enseñanzas y mandamientos. Tal vez el mundo diga que Dios tiene reglas o te obliga a ser una cosa u otra, pero lo que yo he vivido, es que Dios no es una esclavitud, es la libertad. Así que si estás viviendo esclavitud eso es religiosidad más no una comunión con Dios, porque una relación con Dios es abrirnos al amor, y el amor es libre y bueno.

176 Cual oveja perdida me he extraviado;
    ven en busca de tu siervo,
    porque no he olvidado tus mandamientos.

Podemos perdernos, pero si tu corazón está en Cristo Jesús sabremos como volver a él. Porque constantemente grita nuestros nombres, nos llama, busca y sobretodo nos encuentra, Él sabe que le amas tanto como él te ama a ti y Dios nos ama mucho más de lo que nosotros podemos.

Bendiciones.


You Might Also Like

0 comentarios