Abril

Devocional semanal: 5 de Abr. de 16

3:31 p.m.



Bautismo y tentación de Jesús

Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho! - Lucas 1:45



Hola, buen día.

Bendiciones.

La brisa tiene su propio sentido, esta de aquí para allá. Algunos la odian porque le tumba las cosas o por donde pasa deja un desorden, otros la aman porque hacia tanto calor que era necesaria su visita. Si vemos las cosas de este modo lo que es bendición para unos es la desgracia para otros. Pero ¿Por qué? si se supone que lo que es bueno debe prevalecer así todo el tiempo y beneficiar a todos. La respuesta es sencilla, la solución a los problemas es la misma aunque se llegue por caminos distintos pero no todos están dispuesto a aceptar eso, nuestro ego y narcisismo no nos deja ver más allá de nosotros mismos así que cualquier otra cosa que no sea nuestros pensamientos no estará bien.

El amor de Dios es infinito e incomparable puede hacer lo que no podemos creer y recibir lo que es imposible para el hombre. Si todos aceptáramos su amor seguro pensaríamos o tendríamos una visión no igual porque cada uno es único e independiente pero si una forma similar de aceptar las cosas.
Este mundo esta falta de amor propio y de amor por lo demás y disfraza este vacío en cualquier cosa que este a su alrededor sabiendo que eso es momentáneo y no es para siempre. Huimos hasta de nosotros mismos porque sabemos la respuesta, pero preferimos evadirla debido a que no tenemos las valentía para afrontarla.

Antes de comenzar ten una conversación con Dios.

Bautismo y tentación de Jesús

9 En esos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 En seguida, al subir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma. 11 También se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo.»
12 En seguida el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, 13 y allí fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.
Marcos 1: 9 – 13 NVI.

Al mismo que Juan había predicado que no era digno de atar sus sandalias, Jesús estaba delante de el para que le bautizara. El acto del bautismo es significado de confesar, renunciar de nuestros pecados y la aceptación del amor de Dios a nuestras vidas.

Es una decisión personal porque es de corazón y Jesús como otro mortal fue consciente de esto, decidió consagrar y reafirmar lo que Dios le había encargado, es un acto de humildad. Jesús reconoce que sin Dios es imposible avanzar y que por más que fuera su hijo necesitaba la ayuda de su padre.

Al ver Dios tan hermoso actos abren los cielos y dice: “este es mi hijo” y consigo desciende el espíritu santo para acompañar a Jesús en su camino de evangelización, sanación de los enfermos y necesitados, el encuentro con sus discípulos, dejarnos las enseñanzas que aun edifican nuestras vidas y escuchamos en nuestros sitios de congregación.

Jesús al igual que nosotros se enfrentó a la tentación pero la supero porque sabía con quién estaba su corazón y sus fuerzas, tenía claro su objetivo de entregar su vida a cambio de una salvación. Cuando estamos frente a las tentaciones es algo que nos gusta pero sabemos que nos hace mal, sin embargo nuestra alma es más fuerte y puede apartarse de esto y seguir por lo que es justo y correcto.

No estamos solos, como somos jóvenes y solemos creer que podemos hacerlo todo y es cierto no hay imposibles pero no somos Dios, también nos cansamos, nos equivocamos, perdemos y triunfamos pero con la ayuda de Dios que es como la gasolina al motor podemos avanzar en cualquier cosa que decidamos hacer en nuestras vidas.

Bendiciones.

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