Devocional Diario

Devocional 2 de octubre del 2015

11:31 a.m.

Jesús sana un paralitico




Hola, buen día.

¿Qué hacen cuando se sienten mal? Algunos escuchan música, otro salen por ahí, también están los que leen para distraer sus pensamientos, ven una peli o hablan con un amigo o alguien muy cercano. Todos tenemos un mecanismo para compensar y liberar nuestros sentimientos de frustración o ira.

Dios puede escucharnos durante largas horas, podemos entablar una conversación con él y contarle todo lo que nos molesta, orar para conseguir la mejor solución al problema y que llene nuestro corazón de mucha paz y tranquilidad. 

La ira es un sentimiento al que Dios nos invita constantemente a perdonar, sin embargo pertenece a nuestra naturaleza humana. ¿Cómo hago para dejar de tener ira? La respuesta es sencilla es llenarse de amor, porque el amor todo lo vence, lo soporta, lo perdona, lo compadece. Llenarse de amor es la solución para abolir la ira en nuestra vida. No en vano hay un refrán que dice que del odio al amor solo hay un paso, ya es hora de dar ese paso y llenarnos completamente de amor.

Ten un momento a solas con Dios.
Jesús sana a un paralítico
Subió Jesús a una barca, cruzó al otro lado y llegó a su propio pueblo. Unos hombres le llevaron un paralítico, acostado en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico:
— ¡Ánimo, hijo; tus pecados quedan perdonados!
Algunos de los maestros de la ley murmuraron entre ellos: « ¡Este hombre blasfema!»
Como Jesús conocía sus pensamientos, les dijo:
— ¿Por qué dan lugar a tan malos pensamientos? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados quedan perdonados”, o decir: “Levántate y anda”? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados —se dirigió entonces al paralítico—: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Y el hombre se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la multitud se llenó de temor, y glorificó a Dios por haber dado tal autoridad a los mortales.
Mateo 9: 1 – 8. NVI.

En devocionales anteriores ya habíamos visto algunos de los milagro que realizo Jesús, y la gran obra que puede hacer en aquel que tiene fe. Este hombre paralitico recibió de la misericordia del hijo de Dios y pudo recuperarse, y poder andar. Pues para Jesús que es alguien que está lleno de tanta misericordia esto es algo normal porque tiene tanto amor y capaz de perdonar y recuperar a cualquiera que tenga fe en él.

Pero aparte del milagro que realizo hay algo que debería de llamar nuestra atención al momento de leer este fragmento de la biblia y el pensamiento que tienen los maestros de la ley de esa época, dudan del poder de Jesús y lo que podía realizar en la vida de aquel paralitico. Jesús al conocer los pensamientos de estos hombre les enseña que el hijo de Dios tiene potestad para cualquier cosa, Ahora Jesús no comete esto en un acto de soberbia para decir que él es mejor que aquellos maestros de la ley sino para que abrieran sus ojos, sus mentes y sus corazones y se dieran cuenta de que el Hijo de Dios estaba en medio de ellos y que estaba dispuesto a encelarle lo mejor que puede tener el hombre y es el amor, el perdón, la misericordia y la compasión.

Entender estas últimas cosas es una elección propia, Dios nunca te obligara a que lo ames, a pesar de que el sí estaría dispuesto a realizarlo por ti. El amor de Dios es libre y todo aquel que quiera estar con él lo tendrá y podrá vivir de la hermosa experiencia de vivir en él. Pero el que no quiere también es libre de no hacerlo, realmente se estaría perdiendo de vivir del amor verdadero, justo y fiel.

Reflexionar.
Vivir en Dios es de la mejor experiencia que alguien puede vivir, llenarse de amor para perdonar, comprender y hervir al prójimo, es sentir un pedacito de cielo en la vida de un mortal. Imitemos el amor de Dios.







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