Descanso sobre los cansados.
Hola, buen día.
Algunos de ustedes amables lectores son
universitarios, estudiantes o trabajan, todos nosotros tenemos algo en común y
es que para estas fechas anhelamos las vacaciones. Las vacaciones son sinónimo de
descanso, volver a casa, realizar una actividad diferente a la que estamos
habituados a realizar todos los días. Nuestro trabajo o estudio produce fatiga,
cansancio en nosotros y es bueno tomar un nuevo aire para llenarnos de inspiración
y poder seguir adelante.
Dios también nos ofrece esto, descansar en él
todas nuestras cargas y poder seguir adelante. Cuando te sientas casado
recuerda que Dios nos dijo: Porque mi
yugo es suave y mi carga es liviana.
Ten un momento a solas con Dios, enserio a solas donde tus pensamientos
solo sean en él.
Descanso sobre los cansados.
25 En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo,
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de
los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. 26 Sí,
Padre, porque esa fue tu buena voluntad.
27 »Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie
conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a
quien el Hijo quiera revelarlo.
28 »Vengan a mí todos ustedes que están cansados y
agobiados, y yo les daré descanso. 29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy
apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. 30 Porque mi yugo es suave
y mi carga es liviana.»
Mateo 11: 25 – 30 NVI.
El amor y el poder de Dios es inmenso
pero no todos lo conocen no porque Dios así no lo haya querido sino porque no
somos receptivos a lo que él nos quiere mostrar o hablar. Cuando Jesús vino a
la tierra se nos revelo todo lo que Dios tenía reservado. Para conocer a Dios
hay que conocer a su Hijo y su hijo nos
permite conocer al padre. Para conocer a Dios solo se necesita de un corazón contracto y humillado, un corazón deseoso
de conocerle, llenarse de su amor, es un corazón similar al de un niño. Los
niños no tienen maldad y en todo tiempo están dispuesto a hacer el bien sin
mirar a quien.
Reflexionar.
Recuerda la última vez que
ayudaste a alguien, ¿Cuál fue la emoción que te produjo? Sabes que es buena,
entonces recuérdala para que lo digas haciendo.
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