Devocional Diario

Devocional diario: 10 de octubre del 2015.

8:01 a.m.

Cuando llevas la palabra de Dios.



Hola, buen día.

Cuando hablamos de paz, podemos darle muchas definiciones , ha sido un tema de discusiones desde el inicio de la guerra. La conclusión generalizada a la que todos llegan es que la paz empieza por ti para poder comunicarla a los demás. Lo anterior es totalmente cierto, si tu mismo no estas en paz contigo como puedes invitar a otros a hacerlo, es como bien dice en la biblia mira la paja del ojo ajeno más no miras la viga que esta en tus ojos. Para encontrar la paz debemos someternos a una autorreflexión, ver lo bueno y lo malo que tenemos, aceptarnos como somos y someternos al cambio. Una vez que estemos lógicos y actuemos conforme a lo que pensamos, podemos ayudar a otros a que también alcancen este mismo estado. Si somos mayoría podremos estar haciendo el cambio en las sociedades. Para alcanzar la paz necesitamos de AMOR. El amor lo perdona, sufre, acompaña, entiende, es misericordioso, comparte.

En la medida que tengamos más amor, el odio se apaga, se alcanza el perdón y se encuentra la paz.

Ten un momento a solas con Dios.

Jesús envió a los doce apóstoles con las siguientes instrucciones: «No vayan a los gentiles ni a los samaritanos, sino solo al pueblo de Israel, las ovejas perdidas de Dios. Vayan y anúncienles que el reino del cielo está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, curen a los leprosos y expulsen a los demonios. ¡Den tan gratuitamente como han recibido!
»No lleven nada de dinero en el cinturón, ni monedas de oro, ni de plata, ni siquiera de cobre. 10 No lleven bolso de viaje con una muda de ropa ni con sandalias, ni siquiera lleven un bastón. No duden en aceptar la hospitalidad, porque los que trabajan merecen que se les dé alimento.
11 »Cada vez que entren en una ciudad o una aldea, busquen a una persona digna y quédense en su casa hasta que salgan de ese lugar. 12 Cuando entren en el hogar, bendíganlo. 13 Si resulta ser un hogar digno, dejen que su bendición siga allí; si no lo es, retiren la bendición. 14 Si cualquier casa o ciudad se niega a darles la bienvenida o a escuchar su mensaje, sacúdanse el polvo de los pies al salir. 15 Les digo la verdad, el día del juicio les irá mejor a las ciudades perversas de Sodoma y Gomorra que a esa ciudad.
16 »Miren, los envío como ovejas en medio de lobos. Por lo tanto, sean astutos como serpientes e inofensivos como palomas. 17 Tengan cuidado, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán con látigos en las sinagogas. 18 Serán sometidos a juicio delante de gobernantes y reyes por ser mis seguidores; pero esa será una oportunidad para que les hablen a los gobernantes y a otros incrédulos acerca de mí. 19 Cuando los arresten, no se preocupen por cómo responder o qué decir. Dios les dará las palabras apropiadas en el momento preciso. 20 Pues no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes.
Mateo 10: 5-20 NTV.

Cuando Jesús le pidió a los apóstoles que fueran a llevar el evangelio les dijo que no llevaran nada, y es porque el mismo realizar de la obra tiene su recompensa así que ni por alimento, ropa o vivienda debían estar preocupados porque Dios que esta en los cielos, que todo lo ve y conoce y sabe nuestra necesidad a ninguno le olvida. Si ni los lirios de los valles se preocupan ahora mucho menos tu que eres mi hijo. Lo único que debe preocuparte al momento de servir a la obra es como puedo ser el mejor instrumento para Dios y que es lo que Dios quiere que haga.

Cuando servimos a la obra de Dios, debemos estar tranquilos porque sabemos que tenemos un Dios que nos respalda y nos guarda de cualquier cosa. Cuando lleves la palabra recuerda estar en armonía y comunión en Cristo para que el sea hablando por ti y no sean tus pensamientos lo que hablen, nosotros somos imperfecto, más Dios es perfecto. No temas, infúndete de valor, tu eres el instrumento que Dios usara. Si en el momento no sabemos como hablar o que hacer, dile al señor que sea conforme a su voluntad y veras como fluyen las palabras de tu boca y harás los actos correspondientes. Lo único que se necesita para poder servir a Dios es VOLUNTAD.

Reflexionar.
Si tienes voluntad de hacer las cosas te quedara muy fácil realizarlas, porque no sentirás que sean una carga, sino todo lo contrario un placer, sentirás gozo en lo que haces.


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