Jesús ante el Consejo.
Hola, buen día.
Estamos quemando etapas constantemente en nuestra vida a diario, maduramos en cada decisión que tomamos y somos más cocientes de las consecuencias buenas o malas que pueden tener. Este no nos hace precisamente más aburridos o pasados de moda sino más despiertos de lo que hacemos y vivimos.
Yo siempre digo que morimos con las cosas que vivimos, los libros que leímos y la comida que comimos. Es opcional tener en nuestra vida a Cristo, Dios y todas las enseñanzas que decidimos aplicar en nuestra vida diferente. Hay personas exitosas que no creen en Dios como también hay genios que son creyentes, la diferencia de los dos es que los que decidimos creer nos arriesgamos a amar alguien que aunque no vemos si sentimos y vemos que es tan real como cualquier otra cosa que percibimos con la razón o los sentidos.
Jesús ante el Consejo
57 Los que habían arrestado a Jesús lo llevaron ante Caifás, el sumo sacerdote, donde se habían reunido los maestros de la ley y los ancianos. 58 Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los guardias para ver en qué terminaba aquello.
59 Los jefes de los sacerdotes y el Consejo en pleno buscaban alguna prueba falsa contra Jesús para poder condenarlo a muerte. 60 Pero no la encontraron, a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos.
Por fin se presentaron dos, 61 que declararon:
—Este hombre dijo: “Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días.”
62 Poniéndose en pie, el sumo sacerdote le dijo a Jesús:
—¿No vas a responder? ¿Qué significan estas denuncias en tu contra?
63 Pero Jesús se quedó callado. Así que el sumo sacerdote insistió:
—Te ordeno en el nombre del Dios viviente que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios.
64 —Tú lo has dicho —respondió Jesús—. Pero yo les digo a todos: De ahora en adelante verán ustedes al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo.
65 —¡Ha blasfemado! —exclamó el sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras—. ¿Para qué necesitamos más testigos? ¡Miren, ustedes mismos han oído la blasfemia! 66 ¿Qué piensan de esto?
—Merece la muerte —le contestaron.
67 Entonces algunos le escupieron en el rostro y le dieron puñetazos. Otros lo abofeteaban 68 y decían:
—A ver, Cristo, ¡adivina quién te pegó!
Mateo 26: 57 - 68 NVI.
Humanamente me sigo preguntando como hizo para seguirnos amando, y más como seguía amando aquellos que le pegaron, acusaron. luego recuerdo que es Dios quien tiene infinita misericordia y amor y no es capaz de guardar rencor y comprendo que si el pudo hacerlo nosotros también.
Es cierto que hay cosas que nos duelen pero es cuando debemos recordar que es el perdón y es recordar aquel momento sin dolor. No es fácil pero si disponemos nuestra mente y corazón a hacerlo no será imposible.
Esta semana hemos aprendido del perdón, que no sea esta semana reflexionado sobre esto sino todos los días de nuestra vida aplicándolo.
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