Las
ovejas y las cabras
Hola, buen día.
Recordar cosas puede hacer que
traigamos a la mente eventos que son difícil de olvidar, tal vez porque nos hirieron
mucho. Ante estos recuerdos recordemos que es perdonar:
Perdonar es recordar aquel momento sin dolor
Hay cosas que no podremos
olvidar porque son tan fuertes que es imposible que se retire de nuestra mente
pero lo que si podemos cambiar es como nos sentimos cuando lo recordamos. Esta
es una sola vida, debe ser de paz y amor de perdón. No dejemos que el pasado nos
remueva los sentimientos sino que los veamos como aquellos pasos que tuvimos que
dar para tener un mejor presente y futuro.
Las
ovejas y las cabras
31 »Cuando el Hijo del hombre
venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. 32
Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará a unos de otros,
como separa el pastor las ovejas de las cabras. 33 Pondrá las ovejas a su
derecha, y las cabras a su izquierda.
34 »Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes,
a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para
ustedes desde la creación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y ustedes me dieron
de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron
alojamiento; 36 necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron;
estuve en la cárcel, y me visitaron.” 37 Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y
te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos como
forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? 39
¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” 40 El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que
hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí.”
41 »Luego dirá a los que estén
a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el
diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron nada de comer;
tuve sed, y no me dieron nada de beber; 43 fui forastero, y no me dieron
alojamiento; necesité ropa, y no me vistieron; estuve enfermo y en la cárcel, y
no me atendieron.” 44 Ellos también le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento o sediento, o como forastero, o necesitado de ropa, o enfermo, o en
la cárcel, y no te ayudamos?” 45 Él les responderá: “Les aseguro que todo lo
que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por
mí.”
46 »Aquéllos irán al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna.
Mateo
24: 31 al 46 NVI.
Ser bueno paga, de verdad. La
palabra de Dios nos recuerda los beneficios de hacer lo que él nos pidió amar
al padre sobre todas las cosas y amar a nuestro prójimo más que a nosotros mismo.
El prójimo es cualquiera.
Jesús nos enseñó que todos
somos el cuerpo así que cualquiera hace parte de Dios y si tu hacer parte de
Dios tu prójimo hace parte de ti debido a que todos somos uno.
No te resistas ante la
necesidad, ve la necesidad de los demás como si fuera tuya. Dios nos da tanto
amor. Porque ante la necesidad que tiene este, uno el amor es el único que podrá
motivarnos a realizar cualquier cosa.
Recuerda.
La unión hace la fuerza
7 Me
fijé entonces en otro absurdo en esta vida: 8 vi a un hombre solitario, sin
hijos ni hermanos, y que nunca dejaba de afanarse; ¡jamás le parecían
demasiadas sus riquezas! «¿Para quién trabajo tanto, y me abstengo de las cosas
buenas?», se preguntó. ¡También esto es absurdo, y una penosa tarea!
9 Más valen dos que uno,
porque obtienen más fruto de su esfuerzo.
10 Si caen, el uno levanta al otro.
¡Ay del que cae
y no tiene quien lo levante!
11 Si dos se acuestan juntos,
entrarán en calor;
uno solo ¿cómo va a calentarse?
12 Uno solo puede ser vencido,
pero dos pueden resistir.
¡La cuerda de tres hilos
no se rompe fácilmente!
Eclesiastés
4: 7 – 12 NVI.
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