Juzgar al hermano.
Todos los días estamos corriendo ante nuestros afanes, probablemente algunos no tengamos tiempo para dormir. Pero ante este nuevo mundo globalizado, tecnificado; no olvidemos nuestra humanidad, nuestro momento mas sublime que nos recuerda que somos humanos, sensibles, con virtudes y con herrores.
Habla con tus seres queridos a diario, conocerlos, haz que se den cuenta que hacen parte de tu mundo.
Ten un momento con Dios antes de comenzar.
Juzgar.
11 Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y si juzgas la ley, ya no eres cumplidor de la ley, sino su juez. 12 No hay más que un solo legislador y juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo?
Nos queda muy fácil poner nuestro dedo sobre otro, decir lo malo que tiene o hace. Pero donde queda nuestra debilidad,si! porque a diario lo hacemos, cometemos pecados, mentimos, codiciamos lo ajeno. Entonces como puedes decir que tu eres mejor o estar mejor que tu prójimo porque cuando juzgamos estamos haciendo eso.
Por eso Dios que es perfecto, bueno y bondadoso es el único que puede juzgarnos porque el no se deja llevar por las pasiones por la carne y tiene el pleno conocimiento del bien y del mal. Por lo tanto el esta en la capacidad de podernos juzgar de dar razones de lo malo o lo bueno que tenemos.
Reflexionar.
Antes de hacer un comentario recuerda: Que estas viendo la paja de tu vecino en ves de la viga que tiene en tu ojo.
Bendiciones, buen día.
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