Agosto

Devocional diario: 22 de agosto del 2015

3:43 p.m.

LA ENVIDIA



Buen día, bendiciones.

Feliz sábado, hoy te voy a proponer un reto: toma 5 minutos del día de hoy y escríbele o llama a tus padres, dale las gracias por todo lo que te han dado, o hazle un masaje en los pies cuando lleguen del trabajo o algo que creas que sea muy especial para ellos, hazles sentir que son muy importantes para ti. Tus padres son los seres más geniales que conocerás, los únicos dispuestos a hacer lo que sea por ti, por tu bienestar y no esperan recibir nada a cambio de lo que hacen por ti.

Matanza de los niños

13 Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.
14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,
15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
16 Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.
17 Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:
18 Voz fue oída en Ramá,
Grande lamentación, lloro y gemido;
Raquel que llora a sus hijos,
Y no quiso ser consolada, porque perecieron.
19 Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto,
20 diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.
21 Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.
22 Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea,
23 y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno

La envidia es quizás el origen del dolor, el sufrimiento por el que ha pasado ésta humanidad década tras década. Constantemente estamos deseando lo que tiene nuestro semejante, por eso existen las guerras, robos, atracos, muertes, todos estos hechos que lo único que ocasionan es dolor a la humanidad; En vez de trabajar para conseguir lo que queremos por medios hábiles, preferimos ser los únicos que tengan esto o aquello para sentirnos superior. Ésa es la panacea de la envidia, querer ser superior a alguien o algo para sentirnos más poderosos.

Cuando sientas que estás frente a este sentimiento, ora. Pídele a Dios humildad, porque podemos admirar los logros de otros pero no podemos desear ser ellos. Nosotros con nuestro trabajo sin dañar a nadie podemos seguir adelante y lograr los objetivos.

Una historia.

Había una vez una mujer llamada Juana. Juana todos los días iba a su trabajo y recibía el mismo sueldo que el resto de sus compañeras, ella trabajaba en supermercado. Un día Marta su compañera de trabajo hizo una manera nueva de hacer vender más rápido sus productos, lo cual hizo llamar la atención de su jefe y la promovió a jefe de ventas, le subieron el sueldo. Juana enojada porque llevaba más tiempo trabajando en el lugar que Marta empezó a odiarla en secreto, envidiaba todos sus logros y todas las mañanas como debía reportarse con su jefe de ventas deseaba que algo malo le pasara. Marta era una mujer muy inteligente y notaba que sus compañeras de trabajo ya no la trataban igual.

Un día, marta le propuso a sus compañeras que debían de idear una manera de hacer vender sus productos más rápido y por cada 100 cajas que vendieran recibirían una bonificación, los primeros días todas se esmeraron pero no alcanzaban a cumplir la meta. Juana ideo una forma idónea de convencer a sus clientes y logro la bonificación. Cuando llego a la oficina de marta por la bonificación, ésta le entrego el dinero en un sobre. Juana como de costumbre llego a su casa, revisó su celular y se acordó del dinero, cuando lo saco del sobre un pequeño papelito de color amarillo tenía la siguiente frase:


Mientras quieras las cosas de los demás y te enojes por no tenerlas, no lograras nada, solo tendrás un corazón más frio y triste que antes. Pero cuando trabajas por eso que tienes y lo logras recuerda que esa gloria es para Dios porque solo teniéndolo a Él recordarás que las grandes cosas que logras es cuando amas a tu prójimo sin importar quien tiene más.  

Escrito por: Viviana Vergara
Edición: Daniela Manrique. 

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